Comentario
Lazar Makovich Lissitzky es otro de los artistas rusos que harán las veces de mensajeros del Constructivismo. Como los Pevsner, realizó sus estudios en Centroeuropa, circunstancia que luego le impedirá a volver a salir de su país. Una vez en Rusia tomó parte activa en la cultura revolucionaria. Fue miembro del IZO-NARKOMPROS y, requerido en 1919 como profesor de la escuela de artes de Vitebsk, se ligó a la agrupación de artistas que allí lideraba Malevich, el UNOVIS (Proyecto para una afirmación de lo nuevo). El Lissitzky será el más sobresaliente colaborador de Malevich, cuyo universo plástico veneró. Pero no se limitó a rendir culto al suprematismo, sino que propició una rápida renovación de éste, aproximándolo a los presupuestos productivistas.Desde 1919 empezó a denominar PROUN a cada una de sus composiciones abstractas. Este enigmático nombre, especie de abreviatura de Pro Unovis, consigna para "la renovación del arte", se transformó en un concepto central. Lissitzky lo convirtió en el objeto eminente de sus teorías. "El Proun tiene la fuerza de crear objetivos. En esto consiste la libertad del artista frente a la ciencia", dirá.Lissitzky cultivará una abstracción neta sobre la base de un dibujo geométrico que juega con una naturaleza abierta en todas direcciones, polidimensional y aperspectiva. Rompiendo con el espacio escenográfico cerrado y por medio de arritmias y asimetrías, crea con el Proun una segunda naturaleza para el hombre, un cosmos ignoto, un nuevo espacio en la tierra. Tenía como finalidad la transformación del espacio vivencial en su conjunto. El espacio plástico del Proun era un medio de redención colectiva, una propuesta de perfectibilidad para la comunidad humana, que implicaba la abolición de las formas de creación artística hasta entonces conocidas. Así lo dice Lissitzky: "Proun conduce al artista de la contemplación a la realidad. Mientras que un cuadro llevado a término cuenta con su propia perfección, cada Proun no representa más que un eslabón en la cadena, una corta parada en el camino hacia la perfección. Proun transforma los modos de producción artística. Deja atrás al individualista que realiza cuadros que él empieza y él termina encerrado en su gabinete. Proun, en cambio, introduce en el proceso de creación una pluralidad de productores (..) La personalidad del autor desaparece en la obra, y vemos el nacimiento de un nuevo estilo, no de artistas individuales, sino de autores anónimos, que juntos labran el edificio del tiempo".Lissitzky fue, además de visionario, un excepcional diseñador gráfico. Transformó literalmente la tipografía con sus nociones sobre la arquitectura del libro. Consideró que el contenido de la palabra, la imagen de la letra impresa y el sonido habían de intercambiar en la estructura del libro sus valores. Aparte de carteles y similares dejó joyas bibliográficas como la edición de los poemas de Maiakovsky "Para la voz" (1922).Las habilidades de Lissitzky superaron las limitaciones que se derivaban de la separación estricta de las artes. Lissitzky buscó la integración de pintura, arquitectura, escultura y otros medios artísticos en el Proun. A veces éste se transforma en concepciones de puentes, ciudades o machines á voir. El ideal de obra de arte total se hace evidente en los Espacios Proun, espacios arquitectónicos transitables en los que se proyecta la pintura de El Lissitzky. Entre 1922 y 1928 permaneció en Centroeuropa, donde construyó varias salas Proun. La primera la levantó en 1923 en la Grosse Berliner Kunstausstellung. Utilizó tiras y planchas pintadas con diversos colores que hacía resaltar ligeramente sobre los muros de la sala rectangular. La disposición asimétrica, arrítmica y pluridimensional, las variaciones cromáticas hacían que cambiaran las impresiones del espectador cuando éste transitaba por aquel espacio. Se le trasladaba de facto a la realidad virtual del Proun.Siguió a ese gabinete de maravillas el Espacio para arte constructivo que levantó en la Exposición Internacional de Arte de 1926 en Dresde. Antes proyectó incluso un rascacielos para Moscú, el Arco de nubes, que data de 1924. Muy interesante fue el espacio de exposición de arte abstracto que concibió para el Museo Provincial de Hannover al año siguiente. La obra más compleja de este tenor, también perdida, fue el diseño de los espacios del pabellón soviético en la celebración de 1928 de la muestra Pressa, en Colonia. Para dinamizar el espacio se sirvió de efectos de luz, juegos de fotomontaje y otros medios, con lo que el Proun saturó el concepto de obra-espacio-total.